El modelo educativo de la UnADM, centrado en el estudiante, no me es
desconocido; me dijeron exactamente lo mismo cuando entré a la
universidad por primera vez hace ocho años. Suena muy bonito cuando
te dicen cosas como “aprender es responsabilidad tuya”, “es
estudiante y el profesor se encuentran en forma horizontal y no
vertical”. Pero en mi experiencia se topa con algunos problemas,
el primero es que hay profesores que se niegan rotundamente a la
horizontalidad, su palabra es la ley y punto. Segundo, y quizá más
objetivo, en México los programas centrados en el estudiante se
implementan, si a caso, en niveles superiores, y sólo en algunos
caso en instituciones de nivel básico. Entonces cuando entra a la
universidad el estudiante se encuentra de golpe con un modelo que no
conoce y sin las herramientas necesarias para enfrentarlo, pues toda
su vida estuvo acostumbrado a copiar lo que se escribía en el
pizarrón, o lo que estaba impreso en el libro o le que le dictaban .
La cultura de la educación centrada en el estudiante, que requiere
de un compromiso mayor, choca de pleno con la cultura del copiar y
pegar tan arraigada.
Me parece un
esfuerzo muy noble y acertado intentar cambiar el paradigma de la
educación , pero mientras no se haga desde los niveles básicos creo
que no logrará su verdadero potencial, después de todo es en las
primeras etapas del desarrollo que se forman el cerebro y las
estructuras de la mente.
Respecto de la
accesibilidad no puedo más que maravillarme. Un programa gratis, al
que se puede inscribir cualquier persona y desde cualquier punto del
país es algo de lo que estar asombrado y orgulloso. También me
parece indispensable en tiempos tan revueltos como han mostrado ser
estos, en los que la tecnología digital se prueba como un aliado
cada vez más indispensable.
De la mano con la
accesibilidad van la flexibilidad y la inclusividad. Demuestran el
compromiso de los docentes y administrativos, y en última instancia
de la SEP, por reconocer a todas las personas que no se encuentran en
condiciones de estudiar de forma “normal” y que sin embargo
tienen la disposición de hacerlo. Con la modalidad a distancia han
logrado dar acceso a la educación superior a un sector de la
población que tiende a ser olvidado.
De la tecnología de
vanguardia poco puedo decir, porque no conozco ni el hardware ni el
software que se necesitan para mantener una escuela digital, pero me
parece fantástico que se pueda, aún si no es recomendable ni
necesario, estudiar una carrera universitaria desde un teléfono
inteligente.
Finalmente sobre la
interactividad, y volviendo al principio del texto, me agrada que el
programa haga énfasis en que los estudiantes se enseñen unos a
otros, pero dudo severamente de que los chats y foros, e incluso
videoconferencias se comparen a intentar explicar algo cara a cara.

No hay comentarios:
Publicar un comentario